lunes, 28 de diciembre de 2015

Atrévete.


Atrévete a definirme la palabra felicidad, atrévete y dime que tomar decisiones es fácil, que siempre tienes claro la opción correcta y que después no aparecen las dudas. Corre y dime que no has sentido angustia por lo perdido, aun sabiendo que estás haciendo lo correcto. 

Dime, dime que es para ti la rabia, la ira, la frustración, la decepción o incluso dime, dime que es para ti la idea de destino. Ven, atrévete y cógeme la mano, convénceme que siempre hay una salida, que no se debe tener miedo al acantilado que asoma en el horizonte.
Mírame a los ojos y dime que ves. Cansancio, decepción, dolor, desilusión. Qué ilusa, al fin y al cabo, los causantes de sentir esa decepción somos nosotros mismos al ponernos altas expectativas sobre algo/alguien. No me gusta lo que veo, no me conformo, quiero más.

Y ahora, si no me vas a mirar así. Deja mi mano. Dime tú, que todo lo sabes y que a la vez todo ignoras, dime la respuesta. 


S.C

lunes, 14 de diciembre de 2015

Si decides quedarte...



Si decides venir, si decides quedarte… Recuerda antes que nada, quien soy.
Recuerda que me gusta reír, y también me gustará que tú también lo hagas. Será en lo primero que me fije de ti. Recuerda que detrás de esa sonrisa, hay una chica tímida y vergonzosa. No te sorprendas si en algún momento, mis mejillas se sonrojan.

Recuerda que he sufrido. Que no soy tan fuerte como aparento ser, y que si solo pretendes regalarme los oídos y te olvidas de conocerme, no conseguirás nada conmigo. Recuerda que al igual que no te voy hacer perder el tiempo, tampoco me lo hagas perder tu a mí. Aunque mucha gente pueda pensar que lo doy todo a la primera de cambio, solo unas pocas personas son las afortunadas que tienen acceso a conocerme de verdad, conocer mi verdadero yo.
Recuerda que no busco. Simplemente espero a un compañero de viaje, un compañero de confidencias, de pasión, de locuras. Recuerda que aunque no suela llorar en público, eso no implica que no sea sensible y me emocione viendo una película, o al leer un fragmento de algún libro de esos que calan dentro. Suelo disimular bastante bien cuando estoy de bajón o incluso cuando algo me preocupa, aunque a veces sea tanta mi preocupación que no pueda ocultarlo. Recuerda que soy alocada, que digo cosas sin sentido e incluso que me río porque sí. Suelo llevar siempre puesta una sonrisa en mi cara, y la positividad es mi filosofía en la vida.
Recuerda que aunque tenga paciencia no siempre aguantaré lo que esperas. Me gusta hablar las cosas, y expresar lo que siento, aunque a veces me cueste hacerlo.

Recuerda que si quieres, descubrirás todas mis sonrisas, todas mis expresiones. Intentaré no hacerte daño aunque a veces sea inevitable. No me falles, pasarás a la zona del olvido muy fácilmente. Valora cada detalle que hago por ti, porque lo haré de corazón.
Recuerda que cuando quiero, lo hago de verdad y lo doy todo. Aprecio y quiero a muchas personas, por este motivo me gusta pasar tiempo con esas personas que me ayudan también a ser feliz. Ellas vienen conmigo en mi viaje, de ellas aprendo día si y día también.

Escarba, entra dentro…
Si decides venir, si decides quedarte...

...BIENVENIDO.


S.C



sábado, 12 de diciembre de 2015

¿Felicidad?

“Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras esperan la gran felicidad” Pearl S. Buck

Definen la felicidad como “Un estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno”. Y ¿Qué es para nosotros la felicidad? La discusión será siempre la misma, ¿Ser feliz es un estado o un conjunto de momentos?

Hace poco me hicieron una reflexión en el que me decían que si eres capaz, aunque sea por un instante, sentir que no importa nada más, es que has sentido la felicidad plena. Es entonces, cuando te paras a pensar y… ¿Cuántos momentos en mi vida he tenido la suerte de sentir esa sensación?
Un atardecer, un libro, escuchar una canción a todo volumen en el coche, tomarte unas copas con los amigos, cuando aprobaste un examen importante, el nacimiento de un miembro de la familia, los inicios en una relación, esa conversación con una amiga en la que no puedes parar de sonreír, una cena romántica, un encuentro familiar, las primeras sonrisas con alguien especial…

Nos olvidamos que los momentos más insignificantes han sido los que nos han hecho ser felices. Ella vive cerca de nosotros. Solo depende de nosotros poder vivirla y sentirla. 
La felicidad no es un concepto, es un sentimiento. La felicidad no se sabe, se siente. 



S.C



martes, 8 de diciembre de 2015

Contigo.

Apareces como un remolino, llevándotelo todo a tu paso. Dejándome desnuda de malos recuerdos, haciéndome sentir, otra vez. Simplemente sentir. Haciéndome recordar lo bueno de la vida, del amor, lo bueno de sentir. Cicatrizando puntos…que creía no iban a sanar. Curándome desde dentro. Dándome simplemente las agujas para que lo hiciera yo, recordándome como se hacía eso de quererme. Animándome al cambio, quitándome miedos, devolviéndome la ilusión.
La noche, el silencio en la calle, la luna, nuestras risas, nuestros abrazos. Nuestro juego. Tu mano y mi mano, y de nuevo risas y abrazos. Y un beso. Adiós a la tristeza. 

Te dejas llevar, y la luna parece más luna, las sonrisas se convierten en “la” sonrisa, los abrazos se vuelven más cálidos y los besos, más besos. Tu mirada, si, en tu mirada, me pierdo. Qué sensación ésta, la de perderme en tus ojos.
Y de repente, te sorprendes a ti misma, riéndote de nuevo, a carcajadas, porque hacía tiempo que no te oías reír a ti misma, no en ese estado. Era injusto no poderlo hacer así, de ésta manera, de verdad. Y para creértelo, lo miras y vuelves a reír.
Indudable, qué bonito esto, qué bonito lo de vivir. La vida nos sorprende con nuevas oportunidades. Qué bonito sentir que las cosas van bien. Que se han vuelto a poner del derecho. Que el tiempo es menos tiempo, que los lunes son menos lunes, que los viernes son más viernes, si estás a mi lado.

Contigo. Sol. Lluvia. Truenos. Calma.
Arranca el coche que nos vamos, ahora en buena dirección.


S.C