"Qué envidiosa la
distancia también quiso formar parte de lo nuestro", decía una
canción...
Si, no es fácil, nadie dijo que
lo iba a ser. Es inevitable despertar cada mañana con un nudo en el estómago;
un día más contigo, pero sin ti. Es difícil no poder estar a tu lado en los
días grises y lo es también, ésta sensación de tenerte y no tenerte.
Me preguntan cómo aguanto, como
lo hacemos para sobrellevar estos kilómetros que nos separan...
¿Y que es para nosotros la distancia? Solo una piedra en nuestro camino.
La suerte la tenemos los dos, por
subir juntos cada peldaño, por superar los obstáculos, por cuidar día a día
nuestra historia, por hacer que cada reencuentro sea un nuevo comienzo.
Lo difícil de todo esto no es la
distancia que nos separa, lo difícil es la añoranza de tus manos rozándome, la
nostalgia que siento al recordar tu olor, lo difícil es el vacío que siento
cuando te vas.
Y si, nadie dijo que fuera fácil,
pero nuestra lucha se queda en nada sabiendo que al final del camino, la
recompensa es tenerte. Y esta vez sí, tenerte de verdad.