Tu olor, tu sonrisa, tus
bromas, tus cantes… Esa capacidad tuya de hacer sentir bien a las personas que
te rodeaban.
Se me hace difícil pensar en
aquel día. El día en que tú lucha se acabó. Te fuiste demasiado pronto, aun nos
quedaban muchos momentos que vivir, por disfrutar juntos. Desde el primer
momento fuiste algo más que un simple familiar, te convertiste en un ejemplo a
seguir, en alguien especial, en un pilar indispensable en mi vida.
Es difícil acordarme de ti y
no sentir añoranza, melancolía, tristeza. Han pasado ya muchos años desde que
te fuiste, pero tu recuerdo sigue vivo en mí. Estoy
segura que nunca conoceré a nadie como tú, con esa vitalidad, con esa empatía,
con esa positividad. Me has enseñado muchas cosas en vida, pero inclusive tu
adiós me ha hecho aprender. El recuerdo de alguien a quien quieres, no se borra
jamás.
Me quedo con tus ganas de
vivir, con tus ganas de luchar, me quedo con toda tu esencia.
Allí donde estés sé que
estarás sonriendo, esa manía tuya de hacer feliz a los demás.
Te quiero L.A.C
No hay comentarios:
Publicar un comentario