Y ahora lo sé que mientras yo
te decía que no, en realidad mis besos te decían que sí. Que mis palabras de
"Lo siento, no creo" se han esfumado. Ahora lo sé, mi corazón, por
exceso de cicatrices, latía a la mitad. Yo misma cogía mis manos para taparme
la boca para no poner de manifiesto mis ganas de querer y que las palabras no
terminaran por delatarme. Y cuando creía tenerlo claro, apareciste tú. A
trastocarme de un soplo mis pensamientos, esos que creía tener tan claros.
Me trastocaste tratándome con
cariño, dándole dosis de alegría a mi vida, y también ese toque tuyo de locura.
Me trastocaste comprendiéndome y dándome aquel margen que nadie había
sabido darme, teniendo paciencia y adaptándote a mi ritmo.
Y debo reconocerlo, por miedo a
tropezar, frené y me detuve. Decidí alejarme, no caminar contigo... Tal vez por
evitar un daño recíproco. Frené porque quería echar a correr contigo, pero aun
ni siquiera había aprendido a andar. Frené porque necesitaba conocerme, porque
necesitaba aprender a andar yo sola, sin ayuda… y lo conseguí. Ahora lo sé, no
quería querer porque ni yo misma me quería. Y si, ahora sí. Está bastante
claro, me has ganado.
Has ganado, los dos lo hemos
hecho. Has roto este muro que parecía imposible derribar, has abierto puertas y
ventanas dando paso a nuevos aires. Has sabido perfectamente, el "donde,
el cuándo, el porqué". Y lo sé, por momentos el miedo también se apodera
de ti... Lo sé solo con mirarte, pero apostemos aun habiendo riesgo de perder.
No te pido nada que no puedas dar, solo un “poco a poco”, solo un “caminar
juntos pero no atados”…
No hay comentarios:
Publicar un comentario