“¿En qué estaba
pensando? No puedo evitar que se me llenen los ojos de lágrimas. ¿Por qué
lloro? Me dejo caer al suelo, enfadada conmigo misma por esta absurda reacción.
Levanto las rodillas y las rodeo con los brazos. Apoyo la cabeza en las
rodillas y dejo que las lágrimas fluyan sin freno.
Estoy llorando la
pérdida de algo que nunca ha existido... mis esperanzas frustradas, mis sueños
frustrados y mis expectativas destrozadas”.
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