Qué difícil es dejarnos llevar,
dejar fluir la vida, tal vez por miedo a defraudar, a ser defraudados, en fin,
por miedo a sufrir.
"Y si",
"quizás", "deberías"... Cuánto perdemos por miedo a perder,
cuánto dejamos de vivir por ese miedo del que hablaba lineas más arriba. Son
las manchas del miedo las que no nos dejan avanzar.
Por miedo; te has conformado, te
has quedado con lo conocido, has preferido el silencio a las palabras...Y el
resultado de todo esto conlleva a una vida llena de pérdidas. Se nos olvida la
de veces que hemos arriesgado, nos hemos dejado llevar y ha salido bien. Párate
a pensar. Cierra los ojos y piensa.
¿Cuántos momentos de esos en los
que has sido verdaderamente tu, con total esencia, ha aparecido un sonrisa en
tu cara? ¿Entonces? Solo por esa sonrisa, merece la pena vivir, vivir de
verdad. Aprovecha, mastica cada momento.
El "después", el
"dentro de dos horas", el "mañana", no importa.
Nos olvidamos que lo mejor está
pasando, justo ahora. Cierra los ojos y piensa de nuevo. Tal vez, es ahora o
nunca. Tal vez deberíamos aprender a no sufrir por adelantado. Tal vez, es hora
de vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario