viernes, 1 de enero de 2016

Todo puede volver a empezar.


¿Y porqué fingir? ¿Porqué disimular? ¿Por qué no reconocer las cosas? No, las cosas no, los sentimientos. Vamos a empezar a llamar las cosas por su nombre. Porque aunque intentemos decir que no, es que si. Y es que si, porque el primer pensamiento del día es para él, y el último, y mil veces más que le pienso durante el día, porque siento que quiero verle a cada rato, porque es inevitable fingir y decir que no sonrío al saber de él, que me hace feliz su sonrisa, que no miento si digo que leo una y otra vez frases que nos  decimos, que soy incapaz de no sonreír al pensar en los momentos vividos juntos. Dejemos de fingir, dejemos de disimular. Te importo, me importas. Dejemos de simular que no está pasando, que no estamos sintiendo, dejemos de decir que no, cuando es que si. Dejemos de ser cobardes, para empezar a ser valientes. 


S.C

No hay comentarios:

Publicar un comentario